Hoy os traigo una receta original para hacer mi postre preferido: la tarta de queso. La receta en sí no es lo original, sino que es la presentación la que es un tanto especial, y hace de esta delicia algo aún más apetecible (si cabe!) y divertida.
Receta para 32 pastelitos
INGREDIENTES
Para la base:
1 ½ tazas de migas de galleta
4 cdas. de mantequilla sin sal, derretida
3 cdas. azúcar
Para el remolino de frambuesa:
170 g. de frambuesas frescas
2 cdas. azúcar
Para el relleno:
900 g. queso crema, a temperatura ambiente
1 ½ tazas de azúcar 6
Una pizca de sal
1 cdta. extracto de vainilla
4 huevos grandes, a temperatura ambiente
Precalienta el horno a 160°C. Forra cacerolas magdalena con moldes de papel. En un tazón pequeño, mezcla las migajas de galletas graham, la mantequilla derretida y el azúcar. Mezcla con un tenedor hasta obtener una mezcla homogénea y que todos los ingredientes secos se humedezcan. Presiona 1 cucharada de la mezcla en la parte inferior de cada camisa de la magdalena (os aconsejo que utlicéis un vaso para aplastarlo todo de una manera homogénea). Hornead unos 5 minutos y pasar a una rejilla para enfriar.
Para hacer el puré de frambuesas, mezcla las frambuesas y el azúcar en una licuadora o con la batidora. Bátelo hasta que esté suave, luego vierte la mezcla a través de un tamiz de malla fina para eliminar las semillas.
Para hacer la tarta de queso, bate el queso crema a velocidad media-alta en el recipiente de la batidora, hasta que quede esponjoso. Mezcla con el azúcar hasta que quede suave. A continuación, añade la sal y la vainilla. Bate los huevos uno a uno, e incorpóralos (uno a uno) mezclando bien.
Para el montaje, vierte 3 cucharadas de la mezcla de queso sobre la base en cada papel de magdalena. Distribuye ½ cucharadita de puré de frambuesa en unos pocos puntos sobre el relleno de queso. Utiliza un palillo o una brocheta de madera para mover la frambuesa en forma de remolino y crear un efecto marmolado.
Hornéalos hasta que el relleno tome la consistencia deseada, aproximadamente 22 minutos (se ven muy infladas al principio, pero volverán a la normalidad rápidamente.) Pásalas a una rejilla metálica y deja enfriar a temperatura ambiente. Una vez frías, mételas en la nevera y deja enfriar por lo menos 4 horas antes de servir.
Mmmmm tienen buena pinta, ¿¿¿verdad??? Es una forma original de tomar la tarta de queso, y con una presentación tan atractiva como ésta, ¿¿quién puede resistirse??
Espero que probéis la receta y me comentéis qué tal os ha salido!
*¿Os gusta la repostería? ¿Cuál es vuestra tarta preferida? ¿Creéis que la comida entra por los ojos?*